El hormigón se ha utilizado como material de construcción desde la edad mesopotáutica y se hizo muy popular entre los constructores griegos y romanos. Resiste una presión inmensa y tiene una alta durabilidad. Se puede verter en casi cualquier forma y, cuando se refuerza con acero, puede puentear grandes distancias. Micro-XRF permite mediciones rápidas de grandes áreas, con alta resolución espacial en tiempos cortos. Las distribuciones de elementos individuales se pueden visualizar y extraer rápidamente. La cuantificación basada en parámetros fundamentales permite una evaluación rápida de la composición de la muestra. El análisis inteligente de la cartografía permite el análisis semicuantitativo de la concentración de Cl y K en la matriz. Como el hormigón es una mezcla de muchos compuestos químicos complejos, su durabilidad depende de las condiciones ambientales. Puede durar miles de años en condiciones adecuadas, pero hoy en día con frecuencia encontramos imágenes de hormigón agrietado y desgastado. El agua salada, por ejemplo, conduce a reacciones químicas que cambian el volumen y aumentan la tensión y la presión en la estructura de hormigón.