La exploración en el siglo XXI se centra en los yacimientos minerales que se encuentran a gran profundidad y, con ello, la exploración sobre el terreno se vuelve más remota y cara. Estos factores hacen que la ciencia que se encarga de seleccionar el terreno y optimizar los objetivos sea cada vez más inestimable. Asimismo, se vuelve primordial contar con herramientas de vectorización precisas. Las tecnologías analíticas de Bruker proporcionan claves para explotar el potencial nuevo de un mineral.